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Cooperación entre Universidades para el diálogo entre Países del Mediterraneo

La creación de un espacio Euromediterraneo para la Educación Superior, que nace de la colaboración entre Universidades a Distancia, Universidades e Instituciones de formación tradicional de distintos países Europeos y del Mediterráneo, es un tema de fundamental importancia desde el punto de vista estratégico, cultural, político y económico. La televisión e Internet han revolucionado los modos de producir y comunicar conocimiento. Los nuevos “media” permiten acceder al saber a todos los ciudadanos sin límites de espacio, de tiempo y de lugar.

La cantidad de contenidos formativos publicados en Internet hace que el aprendizaje se pueda alcanzar también fuera de las estructuras educativas o formativas tradicionales. El proceso, amplificado de las tecnologías telemáticas, tiende a constituir una sociedad pedagógica global en el interior de la sociedad de la información. El confirmar esta realidad evidencia el valor y la importancia de activar la colaboración entre las instituciones académicas de los distintos países, en nuestro caso de Europa y del Mediterráneo, para producir contenidos formativos a insertar en los espacios virtuales de Internet y para crear juntos sistemas y estructuras de nuevos modelos de Universidad a Distancia y de e-learning de calidad. Una Universidad a distancia que nace a partir de una asociación multicultural y permite:

• facilitar los procesos de internacionalización de las Universidades;
• proyectar y realizar currículos comunes que permitan experimentar y actuar lo previsto en las Declaraciones de Bolonia y de la Sorbona;
• crear para aquellos que la frecuentan las competencias necesarias para vivir en un mondo global;
• facilitar la producción de contenidos informativos multimediales y en diversos idiomas en Internet.

El desarrollo de contenidos en Internet no permite solo el desarrollo de un modelo de e-learning de calidad, sino que también permite alcanzar en forma concreta los objetivos de “Lisboa 2010”, ligados al desarrollo cultural e industrial de una Europa basada en una Economía del Conocimiento en la que también el Mediterráneo (como fue previsto en la Conferencia de Barcelona 1995), puede ser protagonista de nuevos mercados.